Una polémica reunión del consejo escolar celebrada el 19 de marzo desencadenó la revisión después de que un grupo de ministros y residentes preocupados se enfrentaran al consejo escolar del distrito por ocho títulos que, según ellos, son inaceptables y demasiado explícitos. En un comunicado de prensa, un portavoz del distrito dijo que los funcionarios ya han "recogido los libros" y "tomarán las medidas oportunas".
Muchos de los libros señalados, como “Me, Earl and the Dying Girl” de Jesse Andrews, “Crank” de Ellen Hopkins, y “Push", de Sapphire, son títulos que suelen ser objeto de prohibición en todo el país, según la organización sin fines de lucro PEN America.
En la reunión de marzo, John Amanchuka, pastor de Carolina del Norte, encabezó los esfuerzos para retirar los libros de las bibliotecas del distrito. Para convencer a las autoridades escolares, muchos miembros de su grupo leyeron fragmentos de libros que mostraban actos sexuales, violencia y consumo de drogas.
De acuerdo con una política del ISD de Midland, cualquier persona que vive dentro de los límites del distrito, sea padre de un estudiante o un empleado del distrito puede presentar una solicitud formal para que un libro sea recategorizado o eliminado de las bibliotecas.
La superintendente del ISD de Midland Stephanie Howard dijo a los asistentes a la reunión: "Quiero asegurarles que sin duda vamos a revisar los libros que se enumeran esta noche y tomar las medidas adecuadas".
Un comité de tres miembros del personal del distrito están ahora revisando los ocho libros - junto con cualquier otro título que forma parte de la misma serie como un libro marcado. Según la política del distrito, una vez finalizada la revisión se presentará un informe escrito a los responsables del distrito y a la persona que presentó la queja.
Como parte del proceso de revisión del distrito, un "principio rector" dice que un libro evaluado "no será restringido durante el proceso de reconsideración". Sin embargo, Lyndsey White, jefe de comunicaciones del ISD de Midland, explicó en un correo electrónico que con el fin de "acelerar" la evaluación, los libros fueron retirados de los estantes. Pero dijo: "Por política, en caso de que se solicite sacar un libro, se le permitirá al solicitante hacerlo".
El reciente intento de retirar libros de las escuelas locales coincide con los continuos esfuerzos por censurar a las bibliotecas del condado de Midland y de todo el estado.
El verano pasado, mientras los líderes locales apoyaban la eliminación y recategorización de los títulos que se encuentran en las bibliotecas públicas locales, los Comisionados del Condado de Midland votaron a favor de poner fin a su membresía con la Asociación Americana de Bibliotecas. Muchos de los libros señalados por ese esfuerzo se encontraban en las secciones de niños y adolescentes. Esos libros, en gran medida, se centraron en la comunidad LGBTQ, la raza y la educación sexual.